Le doy gracias a mi niño(a)Interior
Gracias, porque sé que, a pesar de todo, hiciste lo que pudiste. Sé que diste todo de ti porque saliéramos adelante. Sé que intentaste librarme de las cargas de mi pasado, para que pudiéramos mudarnos a un futuro mejor. Y no sabes cuánto agradezco tu esfuerzo, tu lucha y tu perseverancia.
Gracias por la fuerza de soportar tanto por mí, mientras yo me negaba a hacerlo. Gracias por haber vivido tanto tiempo con las heridas sangrantes y el alma vacía y no rendirte. Por haber intentado comunicarme por todos los medios posibles que necesitábamos sanar.
Cada ataque de ira era tu voz recordándome que no nos dejase humillar de nuevo. Cada súplica a parejas, amigos y familiares era tu miedo, suplicándome que no dejase que nos volviesen a abandonar. Las veces que no me atreví a acercarme a las personas, a mostrarme como soy, era tu pequeña mano reteniéndome para no exponernos a un nuevo rechazo.
Siempre intentaste cuidar de mí. Con los escasos recursos que un niño ha podido adquirir, tú tratabas de mantenerme a salvo. Quizá los llantos, los gritos y el descontrol no fuesen lo más apropiado, pero eran lo único que tú tenías para darme. Lo que a ti, como niño, te había funcionado; aunque a mí, como adulto, ya no.
Source: https://lamenteesmaravillosa.com/carta-al-nino-que-hay-en-mi/